¿Sigues escuchando a los ángeles, Paty?
- Patricia Tanus
- hace 11 horas
- 7 Min. de lectura
¿Sigues dando terapia con ángeles? ¿Ya no escuchas a los ángeles? ¿Por qué cerraste El Jardín de los Ángeles? ¿Sigues conectando con ángeles?... Estas preguntas me las han hecho varias veces en los últimos meses. Y hoy quiero responder con claridad y de forma directa: Sí. Sí sigo escuchando, sigo canalizando y sigo en total comunión con los ángeles.

Lo que cambió no fue la conexión, sino mi sitio web, y quizá mi contenido. Cambio el altar, la forma, el lenguaje y el ritmo. Pero mi conexión con los ángeles sigue viva, y seguirá incluso hasta después de mi trascendencia, pues esta habilidad no es algo que aprendí en un libro, no es una religión, no es una doctrina o estilo de vida... es un don, y es algo natural, es algo que hago todo el tiempo de forma personal. Y cuando ellos así lo indican o estoy en sesión tomo ese rol de interprete o canalizadora de ángeles.
Mi camino con los ángeles comenzó desde el momento en que trascendió mi padre, ahí comencé a hablar de un ser que me acompañaba, en un principio se pensó que era el clásico amigo imaginario del que suelen hablar los niños, pero mi madre sabia que esto no era imaginación, así que para evitar que hubiera comentarios en la escuela, me enseño a mantener esto en privado. Con el paso de los años, al no darle un uso más allá de simple compañía, comencé a dejarlo de lado, la vida siguió, yo crecí y fui una adolescente y joven totalmente normal y mundana. Tuve mis buenos y malos momentos, hasta que en el 1998, estando en una crisis emocional muy fuerte, en donde la depresión ya era de alto grado y en mi mente había pensamientos suicidas, fue cuando ellos reaparecieron en mi vida, poco a poco fueron entrando, a través de obsequios, libros, oráculos, platicas e incluso en lugares donde había imágenes y todo tipo de artículos sobre ellos.
Quiero aclarar que no se trataba de estar entrando en la moda de los ángeles, no, nunca he sido de modas ni de fanatismos, ellos simplemente se hacían presentes. A veces cuando llegaba a la oficina por la mañana, encontraba en mi escritorio regalos en forma de ángeles, algunos de cuarzo, otros de cerámica y otros más de alguna pasta especial que al encenderlos sus alas se volvían luminosas... Todos esos regalos eran anónimos, con el paso del tiempo, comencé a coleccionarlos. Leí todos esos libros que llegaban a mi, y sin darme cuenta comenzaron a sacarme de esas ideas absurdas de acabar con mi vida... tuve encuentros con ellos frente a frente, y cuando trascendió mi madre en 2004, ellos fueron quienes me sostuvieron.
Para el 2005 sin mi madre, sin empleo y con mucho tiempo libre, decidí tomar una propuesta para estudiar un diplomado de la pequeña y mediana empresa, en ese diplomado di vida al Jardín de los Ángeles, no como un centro terapéutico en sí, sino como lugar tipo SPA. Lo hice para poder acreditar cada módulo del diplomado, ya que no tenía tienda de abarrotes como mis compañeros y en mi no había la intención de tener un negocio como tal. Así que decidí crear un SPA con ese nombre, pero para mediados de ese año y justo terminando el diplomado, comencé a trabajar en un bróker de seguros y fianzas, ahí estuve por 3 años y medio.
Pero sabia que yo vine a algo más que hacer crecer a una empresa, vine a liderar mi espíritu y el de aquellos que están listos para hacer lo mismo. Ellos, los ángeles y hadas, siempre presentes y atentos a mi plan de vida, comenzaron a guiar mis pasos para que en 2008, tras un viaje a Colombia, yo ELIGIRA AMOR... sí elegí renunciar sin tener la remota idea de lo que me esperaba. Para 2009, todo estaba listo, sin tener un espacio terapéutico, sin tener idea de cómo dar una terapia con ángeles, tuve a mi primer consultante, meses después abrí mi primer sitio web llamado EL JARDÍN DE LOS ÁNGELES, el resto es historia.
Pero esa historia no solo es aventura, es formación, preparación, guía, apertura, caídas y retos que me han formado, que me han dado estructura y que me han ido transformando. Y la única constante en toda esa transformación ha sido mi conexión con los ángeles, a veces en total apertura, a veces (y como en toda relación) con cierto recelo, con enfados y con tristezas, pero siempre en su compañía.
Y es que es algo nato en mí, es algo de lo que aunque intente no puedo desprenderme. Pero lo que si puedo hacer es expandirlo, hacerlo crecer, transformarlo o evolucionarlo, así que hoy, esa energía sigue viva, esa conexión sigue vigente. Cada sesión, cada blog, cada podcast, cada imagen esta sostenida por la inspiración, guía y sabiduría de los ángeles y de mi vivencia con ellos.
Y es que son así, como quien dice "perseverantes", si ven que me salgo del camino espiritual que diseñe para mí en mi plan de vida, ellos se ocupan de regresarme a el. Sin empujones, pero con mucha magia y con mucha creatividad. Y bueno, si sigues mis publicaciones, seguramente te has enterado que di de baja aquel sitio web, y que renové el que lleva mi nombre, esta acción probablemente te haga "suponer" que he dejado de lado a estos insistentes seres de luz, pero no es así... MI JARDÍN DE LOS ÁNGELES SIGUE VIVO, y creo que esta más vivo que nunca, solo que ahora es exclusivo para aquellos que en verdad desean encontrarse con ellos.
Y bajo esta idea loca de compartir contigo mi propio proceso de evolución es que mude ese sitio web a lo que hoy llamo mi altar digital patriciatanus.com. Ahí, los ángeles se manifiestan en todo el contenido, pero hay un lugar donde hablo directamente sobre ellos. Así que, regresando a esa pregunta que ha estado latente en los últimos meses sobre si sigo trabajando con los ángeles, mi respuesta es SÍ. Un sí rotundo e inevitable.
Actualmente, ofrezco sesiones individuales de terapia con ángeles, pero también acompaño procesos de constelaciones, aperturas de registros akashicos y lecturas de tarot entre otros. Todas estas sesiones están bajo la guía y acompañamiento de los ángeles. Incluso en casi todas las sesiones que doy, son ellos los que previo a agendar la sesión ya me han hablado de esa persona y de sus necesidades. Y eso me ayuda a prepararme en todos los sentidos para poder dar el acompañamiento más adecuada para la persona.
Sí, aún recuerdo mis primeras sesiones, esas donde me sentía un poco insegura y para ello me apoyaba 100 % en un oráculo, donde ocupaba una mesita de madera (que por cierto aún conservo) y dónde solo me abocaba a ser esa interlocutora. Pero mi camino ha sido rico en aprendizaje, en estudio y formación, los propios ángeles me han guiado a equiparme de técnicas y herramientas que hoy marcan en mucho, la diferencia entre aquellas primeras sesiones y las que hoy vivimos mis consultantes y yo.
Es obvio que antes de cerrar este blog, te voy a compartir 5 tips como es costumbre, y en esta ocasión son para que aproveches al máximo las sesiones y cursos que imparto:
1. Llega con apertura, no con expectativas rígidas
Tus sesiones no siguen un guion fijo. Los ángeles hablan según lo que el alma necesita, no lo que la mente exige. Llegar con apertura permite que el mensaje fluya con mayor claridad y profundidad. Incluso las herramientas, dinámicas o técnicas pueden variar, sin embargo en todas ellas esta presente la energía y sabiduría de los ángeles.
2. Prepara tu energía antes de la sesión
Aunque yo recibo guía previa sobre cada persona, es valioso que quien consulta también se prepare. Es así que puedes anotar aquellas preguntas que tienes en mente o bien respirar profundo antes de comenzar la sesión.
3. No subestimes los símbolos ni los silencios
A veces el mensaje llega en forma de imagen, runa, palabra suelta o incluso en un momento de pausa. Todo tiene sentido cuando se observa desde el corazón. Si has venido a sesión conmigo, sabes que te invitaré a tomar nota, a reflexionar y a conectar con el mensaje para que este te revele su profundidad e intención real.
4. Haz seguimiento a lo recibido
Los ángeles no solo hablan: acompañan. Después de la sesión, honra lo recibido con acciones concretas. Puede ser un ritual, una carta, una decisión, una limpieza energética o mejor aún, haciendo las tareas que ellos mismos te han invitado a realizar dentro de la sesión. El mensaje se activa cuando tú lo encarnas.
5. Explora tu propio canal
Mis cursos y sesiones no solo son para recibir guía, sino para despertar tu propia capacidad de conexión. Si algo te resuena profundamente, si sientes que tú también podrías canalizar, no lo ignores. Los ángeles también te están hablando a ti, de hecho nos hablan a todos. La única diferencia es que algunos traemos la encomienda de darles voz y otros tienen otros planes divinos igual de importantes y luminosos.
Para ir cerrando este blog, te puedo decir con certeza que mi comunión con los ángeles no solo sigue viva, sino que se ha expandido, transformado y fortalecido. Ya no está limitada a un sitio web o a una estética específica. Ahora vive en cada palabra que escribo, en cada sesión que acompaño, en cada ritual que diseño.
Si has sentido curiosidad, si alguna vez te preguntaste si los ángeles aún me hablan, si aún los canalizo, si aún puedes recibir su guía a través de mí… la respuesta es sí. Y estás invitad@ a vivirlo conmigo.
Te abro las puertas de mi altar digital: patriciatanus.com. Ahí encontrarás no solo información, sino vibración. No solo contenido, sino presencia. Explora, siente, escucha. Hay una sección que esta escondida, pero que espera que tu la visites, esa donde EL JARDÍN DE LOS ÁNGELES se manifiesta con fuerza, ternura y dirección. Y si lo sientes, agenda tu sesión. Porque si estás leyendo esto, probablemente ellos ya te están llamando. Envía un mensaje de WhatsApp escaneando este QR.
Con cariño
Patricia Tanus
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