TU ERES LA MONTAÑA...

Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Hebreos 11:1

Hace unos días leí una frase que decía: TU ERES LA MONTAÑA. Es de esas frases que se quedan dando vueltas en la mente para que la observes, reflexiones y atiendas al mensaje que esta trae para tu crecimiento personal. Y es así que decidí preguntar a Jesús si esta frase tenía que ver con esa otra frase que dice que la Fe mueve montañas, y esto fue lo que me respondió:

Sí, y es también cierto que tu eres la montaña, ya que la montaña representa todos aquellos obstáculos, anclajes, costumbres y hábitos que te mantienen estático o en la llamada zona de confort. Pero siempre habrá algo que mueva a la montaña, por ejemplo la mueve el viento que poco a poco la va erosionando, la mueven los volcanes o movimientos telúricos, la mueve la lluvia con los deslaves. Y todos esos eventos externos que la mueven son un llamado del alma a cambiar, a transformarse, a evolucionar.

Tu montaña es el obstáculo entre tú espíritu sabio y la vida que anhelas vivir. Y tus retos o problemas cotidianos son esos eventos naturales que solo buscan moverte, hacerte crecer. Es así que conectar con la fe que es tu espíritu sabio puede ser quizá el único camino amable y gentil hacia tu libertad y hacia la manifestación de tu vida soñada.

La FE va a mover la montaña interna, y esto se da cuando logramos involucrar a Dios o Jesús o a los ángeles en nuestras tareas diarias. La fe es atrevernos a dejar en manos de Dios aquello que para nosotros pudiera resultar algo imposible de remediar, cambiar o sanar. La FE se da cuando nos atrevemos a soltar el volante de nuestra vida y aprendemos a viajar con la certeza de que todo esta siendo atendido.

Dice Ana Luz Acuña en su libre Enamorada y Soltera: Los sueños que logras por tus propios medios son buenos, te emocionan por un tiempo y te traen felicidad. Pero cuando es Dios quien te concede tus sueños, la felicidad de estos dura toda la vida porque aumentan tu fe, se convierten en testimonio para los demás y son un constante recordatorio del amor de Dios por ti y su fidelidad. Cuando Dios te concede un sueño, parece que nada es imposible y así es. Porque para Dios no hay nada imposible. Y esto último Gabriel Arcángel suele repetirlo en muchas sesiones: PARA EL CIELO TODO ES POSIBLE.

Quizá al final creamos que las montañas siguen ahí, estáticas e inamovibles, pero si los vemos con los ojos del alma podremos ser testigos de su majestuosa y divina transformación. Quizá de pronto tengamos la idea equivocada de que no nos movemos o de que nada cambia, pero si vivimos cada instante en la FE seremos testigos de nuestro propio milagro, seremos la garantía de que Dios existe.

Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán. Marcos 11:24

Que tu Fe sea tanta que te mueva, te erosione y manifiestes la vida que tanto anhelas.

Con una fe profunda… Patricia Tanus.